Ubicado en el corazón de Espartinas, Sevilla, Casa Ramiro se erige como un verdadero bastión culinario que deleita a sus comensales con una experiencia gastronómica inigualable. Desde su apertura, Casa Ramiro se ha destacado por ofrecer una propuesta culinaria excepcional, fundamentada en el uso de materias primas de la más alta calidad. En su segunda generación, pues es un bar de los de toda la vida, se ha conseguido mantener la esencia de sus inicios.
Con una carta que rinde homenaje a la rica tradición culinaria andaluza, Casa Ramiro sorprende a sus clientes con una amplia variedad de platos exquisitamente preparados, que combinan a la perfección técnicas culinarias modernas con el sabor y la esencia de la cocina tradicional. La carta es diferente en cada ocasión que los visitas adaptándose a los productos de temporada algo que ya dice mucho del sitio en el que estamos.
Además de su excepcional propuesta gastronómica, Casa Ramiro se enorgullece de ofrecer un servicio impecable y atento, garantizando que cada visita sea una experiencia memorable para sus clientes. Ya sea para una cena romántica, una celebración especial o simplemente para deleitarse con una buena comida en compañía de seres queridos, Casa Ramiro es el destino perfecto para los amantes de la buena mesa que buscan una experiencia culinaria inigualable en Espartinas.
En esta visita optamos por probar un poco de todo y tiramos de la enorme pizarra que tienen sobre una pared. Como casi siempre que veo alcachofas las pido pues es uno de mis platos favoritos. En este caso se trataba de una convinación diferente ya que eran alcachofas en salsa con rape y he de decir que su sabor era espectacular. Eso si, no soporto las de lata, ya que en muchos sitios pagas un precio desorbitado apor alcachofas con gusto a ese conservante de limón que se termina convirtiendo en ardores.
A continuación porqiue nos pareció original, tras preguntar al dueño, nos animamos a pedir un salteado de tirabeques, un plato con un toque amargo, diferente y original.
Para terminar nuestra visita nos pedimos un tomate con todo, un plato tradicional a base de tomate y patata pero con productos de la huerta. Sabroso a más no poder. También decidimos probar un poco de carne en salsa y la verdad es que estaba buenísima. Todo ello fue regado con un vino que por su relación calidad/preio suelo pedirme en cada visita, el crianza de Luis Cañas.
Esta vez en el apartado de postres no pondré nada ya que no es el fuerte de este sitio y me parecieron bastante normalitos. Quizás sea la única pega que ponga a este sitio que me gustó y al que pienso volver, más que nada porque tienen una buena cocina de temporada, con productos frescos y que va variando su carta en funcioón de la época del año. Digamos que es de estos restaurantes al que me gusta ir más de una vez para ir probando un poc de todo cuando llega su momento.
El precio está bien aunque tirando a alto, algo normal con la calidad de los productos que te ofrecen. Sin duda, volveré.