Muchas veces queremos hacer recetas con los garbanzos pero nos gustaría prescindir de la piel ya que es su parte más áspera. Esto cuele ocurrir cuando queremos hacer humos ó incorporar los garbanzos a una ensalada. Pues bien, el truco es muy sencillo, sólo hay que seguir los siguientes pasos y podréos pelar los garbanzos sin dificultad:
- Cocer los garbanzos en abundante agua.
- Enjuagarlos y escurrirlos bien
- Colocarlos en el microondas y añadir una cucharadita de bicarbonato sódico por cada 200 gramos de garbanzos aproximadamente. Calentarlos un poco hasta que estén templados.
- Llenar un recipiente de agua caliente y echar los garbanzos.
- Mezclarlos poco a poco con las manos y veréis como las cáscaras enmpiezan a flotar.
- Repetir el paso 4 hasta que todas las pieles se hayan desprendido de los garbanzos.