Matacandela (Osuna)

Restaurante Matacandela (Osuna)

Esta semana Santa decidimos salir un poco fuera a hacer un poco de turismo, tanto cultural como gastronómico. En esta líneas decidimos visitar el pueblo sevillano de Osuna, famoso por su Colegiata y por sus palacetes de la calle San Pedro, entre los que se encuentran el Palacio del Marqués de la Gomera y terminamos comiendo en el Restaurante Matacandela, de comida creativa y buen precio.

Con esta idea salimos temprano y nos fuimos a visitar el Coto Las Canteras, un especio excavado en la piedra durante años donde se celebran todo tipo de eventos gastronómicos y culturales. Su entrada recuerda a la ciudad de Petra pues toda la fachada y el interior del recinto ha sido excavado en la piedra.

El sitio cuenta con una nave excavada en piedra con capacidad para 1400 personas y un jardín botánico con la flora autóctona de la zona. Sinceramente quedé sorprendida por esta maravilla que tenemos en Andalucía y que muchos, incluída yo, desconocíamos.

Terminada la visita decidimos ir a ver La Colegiata, un retablo de corte renacentista que constituye la principal atracción turística del pueblo y que hace honor a su fama. Simplemente espectacular.

Luego tocó un paeo por su señoriales calles donde pudimos contemplar auténticas maravillas en fachadas y patios por nuestro cerorrido por la calle Sevilla, San Pedro y Carreras.

Llegó la hgora del almuerzo. Unos días antes había pedido recomendaciones y me hicieron llegar varias propuestas. De todas ellas me decidí por Restaurante Matacandela, conocido antes como Mesón Rey Arturo, en el centro de la ciudad. Se trata de un lugar coqueto, regentado por una persona joven, el amigo Arturo, con una cocina bastante crativa.

Paso a contaros como fue mi experiencia gastronómica en Restaurante Matacandela. Comenzamos con unas Croquetas de chipirones en su tinta con alioli de higo, unas Goyzas de panceta ibérica, Molcajete de guacamole con gambas de cristal y totopos y unas Repapalillas (tortillitas de bacalao). Estos cuatro platos platos fueron regados con un vermut exquisito, Esencia de la Torre. Estas entradas son de obligado cumplimiento en el restaurante pues están espectaculares.

Echamos un vistazo a la carte de vinos aunque tengo que decir que estaban un poco subidos de precio. Nos decantamos por un Habla del Silencio, vino del que ya os he hablado en otras ocasiones y que me encanta. Para degustarlo pedimos Regañá de atún marinado a los cítricos, Tiradito de atún y media ración de queso viejo. El atún en este sitio es de una calidad encomiable.

Finalmente, viendo la carta de postres tan apetitosa que tenía, decidimos pedirnos unas Torrijas con helado de vainilla y almíbar de canela, Bizcocho templado con chocolate caliente y helado de vainilla y Pastel de merengue, todo muy casero y exquisito.

En definitiva, echamos un día espectacular de turismo en un pueblo precioso y lo rematamos en un restaurante de cocina creativa, con materia prima de primerísima calidad, una atención fabulosa por parte del dueño y camareros y un precio acorde a la calidad de sus platos. Sitio totalmente recomendable.

4/5 - (3 votos)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *