Ubicado en el corazón de la encantadora ciudad de Sevilla, el restaurante Arrozante es una joya culinaria que deleita a los comensales con una experiencia gastronómica única. Este establecimiento se ha ganado una merecida reputación por su enfoque singular en la preparación de arroces, convirtiéndose en el destino predilecto para los amantes de esta deliciosa especialidad.
Arrozante se distingue por su atmósfera acogedora y elegante, que refleja la calidez de la hospitalidad sevillana. El restaurante ha logrado fusionar la tradición culinaria con toques contemporáneos, creando un ambiente que invita a los clientes a sumergirse en una experiencia culinaria inolvidable.
El menú de Arrozante es un despliegue exquisito de variedades de arroces, cada plato cuidadosamente elaborado para resaltar los sabores auténticos de los ingredientes frescos y de alta calidad. Desde la paella tradicional hasta creaciones innovadoras, el chef maestro en Arrozante juega con sabores y texturas para ofrecer una experiencia gastronómica única.
La carta de vinos del restaurante complementa a la perfección la oferta culinaria, con una selección que abarca desde vinos locales hasta opciones internacionales, permitiendo a los comensales maridar sus platillos con la elección perfecta.
Ya sea para una ocasión especial o una comida informal entre amigos, Arrozante ofrece un rincón culinario donde la pasión por la gastronomía se une con la rica herencia de Sevilla. Cada visita a este establecimiento se convierte en un viaje sensorial que deja a los clientes ansiosos por regresar y explorar más de los encantos culinarios que Arrozante tiene para ofrecer.
En mi primera visita a este recomendable sitio, que no será al última, intentamos degustar un poco de todo para llevarnos una idea aproximada de su cocina. Sin embargo quedaron muchas cosas en su carta que tengo intención de probar en otra ocasión.
Para ir abriendo boca nos decantamos por una tortilla de patatas con hojaldre, un plato sabroso y original, seguido de la ensaladilla de langostinos y marisco. Esta última muy cremosa y en su punto justo de sabor. Estas dos tapas son súper recomendables.
Seguidamente, fuimos al grano. Si vas a “La casa del arroz” tendrás que probar algún plato elaborado con este exquisito grano. Nuestra elección fue exquisito arroz negro con calamar, cazón y colas de gambones. Sinceramente tengo que deciros que es de los mejores arroces que he priobado, totalmente en su punto.
Este plato nos llenó en exceso por lo que, al ser dos personas, decidimos pasar al poste y pedirnos algo simplemente por llevarnos una idea. La elección fué una tarta de queso casera, de las que saben de verdad a queso y se nota que están hechas con cariño. Si todos os postres son de este nivel el éxito está asegurado.
En definitiva, si os gusta el arroz en sus múltiples formas de elaboración tenéis que visitar este sitio. Ambiente acogedor, precio adecuado a su materia prima y una forma original de presentar sus platos. Como “pero” solo comentar que la carta de vinos quizás estaba un poco subida de precio aunque sin irse por las nubes.