La castaña es el fruto del castaño (Castanea sativa), árbol de la familia de las fagáceas, nativo de climas templados del hemisferio norte. El fruto es una cápsula subglobosa muy espinosa (zurrón), dehiscente por 4 valvas, que mide entre 5-11 cm de diámetro y que contiene usualmente 2-3 aquenios que son las castañas propiamente dichas.
Las castañas fueron una importante fuente de alimentación en el sur de Europa, en el sudoeste y este de Asia y también en el este de Norteamérica, antes de la plaga de la castaña. Durante la Edad Media, en el sur de Europa, las comunidades que habitaban cerca de bosques de castaños y que tenían escasez de acceso a la harina de cereal, utilizaban las castañas como principal fuente de carbohidratos. (Fuente Wikipedia).
Actualmente nos encontramos en su época ideal, el otoño, y los campos de la Sierra están repoletos de ellas. Suelo comprar cada vez que voy y si no, siempre las tengo a mano en mi supermercado. Vamos a ver cómo asar este exquisito fruto de nuestra tierra.
Corta las castañas: Haz un corte en la parte superior de cada castaña con un cuchillo afilado. Esto ayudará a que se cocinen más uniformemente y facilitará pelarlas después de asarlas. Haz cortes laterales también.
Remojo previo: Remoja las castañas en agua tibia durante aproximadamente 15 minutos antes de asarlas. Este paso ayuda a que la cáscara se desprenda más fácilmente durante el proceso de cocción
Condimenta si lo deseas: Si quieres darle un toque de sabor adicional, espolvorea las castañas con una pizca de sal o incluso con hierbas como romero o tomillo antes de asarlas.
Puedes asar las castañas de tres maneras: en el horno, en microondas o en una sartén.
Si usas el horno, precaliéntalo a 200°C. Coloca las castañas en una bandeja para horno y ásalas durante unos 20-30 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo.
Si las estás haciendo en una sartén, gíralas con frecuencia para que se cocinen de manera uniforme.
Si usas el microondas coloca un vaso de agua al lado y calienta a máxima potencia durante 5 minutos. El agua ayudará a que estén húmedas con lo que ni siquiera tendrás que ponerlas previamente en remojo.
Verifica la cocción:
Las castañas estarán listas cuando las cortes y la pulpa esté tierna. El tiempo puede variar según el tamaño de las castañas, así que verifica su cocción con regularidad.
6. Deja enfriar antes de pelar:
Una vez que las castañas estén listas, déjalas enfriar durante unos minutos antes de intentar pelarlas. Esto facilitará la tarea y evitará quemaduras.
¡Disfruta de tus castañas asadas! Puedes disfrutarlas como un delicioso bocadillo o incorporarlas a platos como rellenos de aves o guarniciones.