En las estaciones más frescas, no hay nada más reconfortante que disfrutar de una deliciosa crema de calabaza que despierta los sentidos con su suavidad y sabor reconfortante. Esta receta clásica de crema de calabaza combina la dulzura natural de la calabaza con la profundidad de sabores de las zanahorias, patatas y cebollas, creando un plato abundante y nutritivo.
La suavidad de la mezcla se realza con un toque de ajo, un delicado aroma de nuez moscada y la opción de añadir leche para una textura aún más cremosa. Este plato no solo es una explosión de sabores, sino que también llena la casa con un irresistible aroma durante su preparación.
Ya sea como un reconfortante primer plato o como una opción saludable para calentar el alma, esta crema de calabaza es la elección perfecta para aquellos que buscan una experiencia culinaria satisfactoria y llena de bondad otoñal. ¡Prepárate para sumergirte en el calor y la exquisitez de esta receta clásica de crema de calabaza!
Receta
4
platos10
minutos30
minutos40
minutosIngredientes
1 calabaza (aproximadamente 1.5 kg), pelada y cortada en trozos
1 cebolla grande, picada
2 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
2 patatas medianas, peladas y cortadas en trozos
2 dientes de ajo, picados
1 litro de caldo de verduras (puedes ajustar la cantidad según la consistencia deseada)
1 taza de leche (opcional, para una crema más cremosa)
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Una pizca de nuez moscada (opcional, para dar un toque aromático)
Instrucciones
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo, y saltea hasta que estén transparentes.
- ñade la calabaza, las zanahorias y las patatas a la olla. Cocina por unos minutos, revolviendo ocasionalmente.
- Vierte el caldo de verduras sobre las verduras. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cocina a fuego lento hasta que las verduras estén tiernas (aproximadamente 20-25 minutos).
- Retira la olla del fuego y utiliza una licuadora de inmersión para procesar la mezcla hasta obtener una crema suave. Si no tienes una licuadora de inmersión, puedes transferir la sopa a una licuadora convencional en pequeñas cantidades, asegurándote de ventilar la tapa para evitar acumulación de vapor.
- Devuelve la crema a la olla a fuego medio-bajo. Agrega la leche, si la estás usando, y mezcla bien. Ajusta la consistencia con más caldo si es necesario.
- Condimenta con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
- Sirve la crema caliente y, si lo deseas, decórala con un chorrito de crema o yogur natural y unas hojas de perejil fresco.