Batatao

Restaurante Batato

Hacía ya tiempo que quería recomendaros el Restaurante Batato, en el pueblo sevillano de Umbrete. Se trata de uno de mis restaurantes preferidos y en el que habré estado más de 20 veces, por lo que os lo recomiendo de primera mano y sin riesgo de equivocarme.

Actualmente cuenta la empresa con dos restaurantes a pleno funcionamiento. El más nuevo se encuentra en Sevilla capital, en la concurrida avenida de la Buhaira. Allí se instaló hará como dos años. Del que os voy a hablar hoy es del de toda al vida, el originario de Umbrete que junto con Casa Rufino para mi conforman un tándem envidiable en el aljarafe sevillano y es uno de los templos gastronómicos de esta zona.

En Batato usan ingredientes de primera tanto de pescado como carne y acompañan sus platos con unas verduras de huerto frescas. En este sentido siempre hemos vuelto más que satisfechos de nuestra visita. La última vez que estuvimos probamos lo siguiente:

Empezamos con el clásico aliño de patatas que en tantas ocasiones os nombro pues es una de las tapas que, cuando está buena, es para chuparse los dedos. Las acompañamos con un exquisito vermut de bodega. Seguidamente pedimos uno de mis platos favoritos en este local, la pimentada con tronco de melva. Pimientos asados a diario por ellos mismos traídos directamente de la huerta. Todo ello fue regado con un tinto de Emilio Moro, el Finca Resalso, del que ya os he hablado en más de una ocasión.

A continuación pedimos otro de mis platos favoritos, sus reconocidos boquerones al limón, siempre en su punto exacto de sabor y fritura. También pedimos su tomate frito con patatas de la huerta y huevo que es una auténtica delicia. Un plato simple pero que consiguen darle un sabor exquisito. Y ya que estábamos empezando con fritos nos pedimos también un plato de exquisitos chocos.

Batato - Tomates fritos con patatas y huevo
Tomates fritos con patatas y huevo

Después de este “aperitivo” fuimos a cosas más contundente. Primero unas anchoas enormes de Santoña que quitaban el sentido para completar con un plato de jamón, patas y pimientos fritos de una calidad suprema. Como guiso nos decantamos por un plato de cola de toro que en este sitio está para chuparse los dedos. Ya notaréis que me pongo mala solo de acordarme pero es que en este sitio está todo en su punto justo, tanto de sabor como de precio.

Tras este intermedio pedimos unas alcachofas de la huerta con jamón y unas habitas babys con chipirones, dos platos muy a tener en cuenta si os aventuráis y váis tras esta recomendación.

Y finalmente llegaron los postres y el café. Pedimos milhoja y tortas con almendras que para mi son indispensables si pasáis por allí, además de un postre más común en restaurantes como es el brownie de chocolate. Todo buenísimo y en esta ocasión si podemos decir que caseros, caseros.

El café lo tomamos de puchero, ya que aquí te lo ponen al estilo tradicional en una tetera antigua muy bonita. Sinceramente prefiero el café express pero por su originalidad, cada vez qu evengo, suelo pedirme el que aquí te sirven.

Batato - Café de puchero
Café de puchero

En resumen, se trata de un restaurante de una calidad más que recxomendable, con una buena carta de vinos y a unos precios más que ajustados. Sin duda es una de mis mejores recomendaciones. Ya me contaréis si tenéis a bien hacerles una visita.

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2 comentarios

  1. Hermana, no puedo entender con todo esos manjares que pides… Cómo puedes tener el tipazo que tienes y que ni te sobre un gramo de grasa😭😭😭😭 Que vida más injusta!!!!

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