Hay un dicho muy popular que reza que “del cerdo me gusta hasta los andares”. Bien se podría aplicar al concepto de casquería, ese sobrante del cerdo y otros animales y que se suele acompañar con salsa. Hablamos pues de algo considerado como un despojo: morro, careta, orejas, lengua, patas, sangre, sesos, etc. que normalmente se suelen guisar o se ponen a la plancha y que hacen las delicias de los paladares más exquisitos y menos escrupulosos. Es por esto último que os tengo que confesar que nunca he probado esta receta pero de igual forma os tengo que decir que donde la preparo triunfa, incluido niños. Si os digo la verdad, no soy de casquerías ni nada por el estilo así que de este ingrediente tampoco, pero sí suelo hacerlo mucho porque en casa les apasiona. A mi me encanta hacerlo por lo rapidísimo y económico que es.
Un consejo que os doy es, como no vayáis al supermercado a primera hora de la mañana, complicado es de conseguir. Importante acompañarlo con un bollo de pan 😉 suele comerse como la pringá del cocido (buenoooo… o al menos es como mejor sabe…eso dicen!😅)
Espero que no seáis de gustos como el mío y os guste probar porque ya os digo que el que lo prueba no ve la hora de volverlo a comer 🤭
Receta
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minutosIngredientes
1 tarrina de sesada
1/4 de cebolla
4 dientes de ajo
2 hojas de laurel
Un chorro de vinagre
1 u 2 huevos (según cantidad que queramos)
Aceite de oliva extra
Sal
Instrucciones
- En una cacerola echamos agua, la cebolla picada, las dos hojas de laurel y la sesada
- Cuando empiece a hervir esperamos 30 segundos y apartamos quitando los restos de cebolla y laurel.
- Picamos ajo y lo freímos en una sartén con aceite de oliva, una vez fritos echamos la sesada que previamente habíamos hervido y sofreímos juntos.
- Una vez salteadas la sesada, cogemos 1 u 2 huevos y lo hacemos el revuelto con la sesada