Comienzo mi publicación con el muñeco que había en la mesa para escanciarnos la sidra, el cual me pareció un detalle muy divertido y original.
¡Cómo un día de médicos puede acabar tan bien y tan divertido!😅 Nos habían hablado de este sitio pero de verdad os digo que personalmente no me sentía muy atraída por él, bien por donde está ubicado o por el local, ya que la decoración es más bien poco acertada y escasa con muebles de pino, lo que provoca, debido a la falta de cuadros, un poco de eco..😅 Menos mal que no me dejé llevar por mi instinto porque la comida es exquisita, los productos son frescos y el precio está mas que ajustado a la calidad que te sirven.
Se trata de un lugar escondido en el Aljarafe pero una vez que lo pruebas es difícil no repetir de nuevo. El camarero que nos atendió y el dueño super atentos y agradables, y para qué contaros los platos como estaban!!!😋 No dudes en acercarte por allí a tomarte una buena sidra. Os tengo que confesar que en la misma Asturias no conseguí beberme ni un vaso y aquí me terminé la botella e incluso me quedé con ganas de más 🤭
Comida asturiana y marisco hecho al instante y que cuenta con un gran acuario cubierto de centollos y buey de mar. Los cuecen en el mismo momento que lo pides, acompañado de con un buen chorizo a la sidra, una riquísima fabes que ellos mismos te preparan delante tuya, calamares en su tinta… en fin, no me enrollo más, sólo tenéis que ver las fotos 😉 y ya os transportareis con la imaginación a cualquier pueblo de la geografía asturiana.
Y por último, comentar, que por gentileza nos sirvieron un chupito de madroños elaborado por él mismo, que estaba espectacular !!😋