Hoy quiero hablaros de este restaurante tradicional cordobés que tuve la suerte de visitar hace unos dias en Montilla. Los platos destacan por la calidad del producto y pequeños destellos de innovación que mejoran la experiencia tradicional.
Para empezar, la decoración del sitio es muy tradicional, combinando las tendencias antiguas de clásica venta de pueblo con elementos algo mas innovadores. La comida, tanto carne como pescado, destaca por su sabor a la antigua usanza a base de productos selectos y de calidad que difícilmente pueden estropear un buen plato. Si a esto añadimos que vienen con una presentación más que cuidada el resultado y la velada no pueden ser más agradables.
Esta comida la comenzamos con mi clásico Vermut, que al estar en tierra de vinos sabía a gloria. Excelente sabor y olor del producto. Tras este entrante nos decantamos por un vino amontillado acompañado de unas exquisitas ostras y unas quisquillas repletas de huevas que en nada desmerecían a las que puedes degustar en otras latitudes. Ya os adelanto que tanto el marisco, el pescado y la carne de este sitio es espectacular.
Seguidamente buscamos algunos platos más tradicionales y contundentes. En este sentido decidimos probar sus chuletitas de cordero, hechas en su punto, un guiso de Cardo con gambas y almejas (a mi personalmente fue de las cosas que más em gustó) y unas almendritas rellenas de tinta que estaban exquisitas.
Como nos habían hablado tan bien de su pescado, a pesar de ser un pueblo de interior, decidimos apostar por ello. La verdad es que fue todo un acierto. Pescado fresco del día con una calidad como he visto en pocos sitios. En este sentido pedimos un salmonete de roca enorme, un rape a la mozárabe (aquí lo preparan de categoría) y un lenguado mas grande que los otros dos juntos. Todo para volver y repetir.
Llegados a los postres no podimos resirtirnos a seguir probando vinos de la zona como un fabuloso PX 1927 de Bodegas Alvear y un café. Tengo que deciros que este Pedro Ximénez es bastante caro pero que merece la pena catarlo al menos una vez en la vida. Como postre tradicional elegimos unas natillas caseras que estaban para mojar pan y una tarta de chocolate de las que se te deshacen en la boca.
Para finalizar quiero haceros una valoración global del sitio. Productos de calidad como ya os he comentado y un buen servicio aunque ese día había algunos chavales de prácticas de la escuela de hostelería y se les notaba un poco la falta de experiencia aunque es bueno reseñar que se estaba dando la oportunidad de realizar prácticas a estos alumnos, cosa que se agradece.
El precio medio por persona de este sitio ronda los 30€ aunque como habréis visto por las fotos los platos que pedimos, a base de materia prima algo cara, hizo que nuestra cuenta se elevara por encima de esta cifra. Aún así, el sitio es altamente recomendable ya que desde hace mucho es uno de los refentes de la cocina cordobesa en general y de la del pueblo de montilla en particular estando considerado como uno de los mejores restaurantes de la zona. Ya me contaréis si decidís seguir esta recomendación.